La historia de la fotografía de una noble aficionada

Sergio Trejo Foto: Moisés Lozada

“Creo que el éxito de la fotografía fue que como mexicanos tenemos la idea de que a base de sufrimiento y sangre se redime uno, entonces Wagner al ser derrotado en Triplemanía XXVII, tuvo una venganza justa, sobre todo por el hecho de haber sido redimido de esta manera por la señora”.

Moisés Lozada, llegó a la Arena Afición de Pachuca, Hidalgo, movido por la idea de que tal vez sería la última vez que vería al Dr. Wagner Jr. como luchador en activo, pero jamás se imaginó que en su cámara se llevaría una estampa que conmovió a los aficionados de la lucha libre.

FDT Lucha Libre buscó al autor de esta fotografía, que paradójicamente, trabaja en el área de Comunicación Social del Instituto de los Adultos Mayores del Estado de Hidalgo, por lo que el hecho protagonizado por una adulta mayor es algo muy especial para él.

“Para mí fue muy noble que la señora interceptará a Wagner para limpiarle la sangre con su suéter, porque ella hubiera agarrado una franela, un papel u otra cosa, pero con una prenda suya es quizá lo que lo hace más humilde y hasta bíblico. Me conmueve totalmente ya que por mi trabajo me he vuelto más perceptivo a las acciones de los adultos mayores”.

Crónica de una imagen. El tierno momento comenzó con la presentación de la lucha estelar de la función: “La Venganza de Triplemanía XXVII”, donde Wagner y sus hijos (Galeno del Mal y el Hijo del Dr. Wagner Jr.), se enfrentaron a Blue Demon Jr., La Parka Negra y Dave The Clown.

“Primero presentan a Demon y después al Galeno, cuando Wagner sale al cuadrilátero, la señora lo intercepta y lo abraza, en ese momento yo me lamento porque no pude tomar la foto, sin embargo, más adelante se me daría la revancha”, cuenta Moisés.

Todo comenzó cuando Blue Demon estaba “dándole una paliza a Wagner”, posteriormente bajaron del cuadrilátero y tras castigar la frente del Galeno, intercambiaron golpes en los pasillos de la arena hasta llegar a la zona donde se ubica la cabina de sonido, ahí “comenzó a brotar la sangre”.

Cuando el lagunero emprendió su regreso al ring “venía rodeado de niños que le preguntaban si se encontraba bien, fue cuando la señora se paró de su lugar, lo interceptó y empezó a limpiar su cara, de hecho le dio dos limpiadas antes de que yo tomara la fotografía”.

“ Al principio me quedo a ver la escena y cuando reaccioné fue de güey ¡tengo que tomar la foto! Después vi a la señora, que iba acompañada de una pareja, sonriente con su mejilla llena de sangre”, dijo el fotógrafo.

Reacciones inesperadas. FDT Lucha Libre publicó la imagen y los comentarios, buenos y malos, no se hicieron esperar ante el alcance de la foto de Moisés.

“Me agradó que haya generado polémica, que no sea una foto que diga toda la verdad. Está chido que se cuestionen y hasta digan, de lo que he leído, que era pintura (lo que tenía Wagner en la frente), pero sí era sangre”.

“Cuando vi la foto en los medios y que la compartieron en las redes sociales, me di cuenta que esto se había salido de control. Es más o menos lo que pasa con las canciones, cuando llegan a mucha gente, ya no soy tuyas son de todos”, concluyó.

“La sangre, el sufrimiento, el que venga una mujer y lo limpie como si fuera su madre, me hace sentir gratitud por haber capturado este momento, sobre todo, que esté llegando a niveles que yo nunca esperé”.