La Parka y la realidad de la lucha libre en nuestro país

Conteo de 20 segundos por Edrich Ballesteros

Las personas que formamos parte de este gremio de la lucha libre, desde días atrás que nos enteramos del desafortunado accidente que sufrió el luchador conocido como La Parka, el cual ha puesto en riesgo no solo su carrera sino su vida misma, pero que afortunadamente parece que va saliendo poco a poco, no hemos parado en enviarle la mejor de las vibras, a través de un mensaje, una imagen o incluso, en nuestras oraciones.

Y es que no debemos olvidar, que La Parka sin duda, es el ídolo de muchos, quizás quienes lo vieron en algún momento, fueron atraídos por el personaje y de ahí se volvieron aficionados a la lucha libre, así que no, no es cualquiera, es un luchador famoso, que todos conocen, que todos han oído hablar de él, que muchos tienen en su casa un póster, una máscara, y otros más afortunados, tendrán una foto con su ídolo, ya de los que consiguieron incluso el autógrafo dedicado, ni hablar, son demasiado afortunados.

Pero del otro lado, esta otra historia, la de los luchadores profesionales que ni son famosos, que ni salen en la tele, pero que al igual que La Parka, arriesgan su integridad con tal de que el público que acude a una arena, o incluso, una función al aire libre, de esas que se hacen para agradecer a un santo, en beneficio de una iglesia o por un evento público, salgan contentos y quizás imaginarse que un día, serán famosos como La Parka misma.

Esos luchadores que sufren lesiones, incluso mayores, no reciben las mismas muestras de cariño, ni de admiración, ni de respeto incluso, son esos que nadie conoce, pero como no salen en televisión, muchos pasan desapercibidos, incluso por la gente del mismo gremio, y es que no es lo mismo unirse a un movimiento de apoyo de alguien famoso que iniciar uno hacia un total desconocido.

Ese luchador que igual va a entrenar, que con sacrificios compró su equipo, que aún debe lo de sus botas, también es importante, por ser parte del gremio, por ser un compañero de profesión, pero ahí se ve la realidad de la lucha libre en nuestro país: solo los famosos son importantes.

Y eso se da en todo sentido, pues el luchador famoso tiene derecho a cobrar más que el desconocido, aunque hagan lo mismo sobre el ring, el luchador famoso tiene derecho a poner condiciones para ser contratado, mientras al luchador desconocido le ponen muchas condiciones para que sea parte de una empresa aún cuando tenga talento, el luchador famoso tiene mucho apoyo en casos como el de La Parka, el luchador desconocido cuando mucho, aspira a que su círculo cercano le organice una función a beneficio que muchas veces, no recauda lo suficiente, pero la intención ahí está.

Y muchos dirán que aquellos pueden gozar eso porque les ha costado mucho llegar hasta donde están, sin tomar en cuenta, que los ahora famosos, llegaron porque aceptaron un personaje de una empresa abandonando aquel con el que comenzaron, y que solo de dicha empresa dependió hacerlos ídolos o no, porque por muy bueno que sea sobre el ring, si la empresa no los usa convenientemente, lo más seguro es que la gente se olvide de ellos.

El luchador desconocido también es padre de familia, también tiene obligaciones, responsabilidades, y como los famosos, también se debe dar el tiempo de entrenar para ser mejor, algo que no todos ven, algo que no todos aprecian, algo que la mayoría no valora.

La Parka, estoy seguro, se repondrá, y quizás sea esto, un aviso para tomar la decisión del retiro, porque el cuerpo con el tiempo se cansa, con los años los golpes duelen más y las lesiones aparecen en menos tiempo, y en eso, no hay diferencia entre un famoso y un desconocido, por lo que como bien me dijo un amigo, el movimiento #FuerzaParka, debería ser llamado #FuerzaLuchadores porque con fama o no, arriba del ring, el riesgo es el mismo para todos.

Pero la realidad es otra, nos guste o no…

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1 comentario en “La Parka y la realidad de la lucha libre en nuestro país”

  1. Los que alguna vez subimos a un ring para dar y recibir: golpes, dolor, aplausos, maldiciones, decepciones o satisfacciones, somos agradecidos con la oportunidad que tuvimos para mostrar lo que aprendimos y lo que no… esto es motivo suficiente para tratar de mejorar.

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