Sin Cara, la dignidad en la lucha libre y su precio

Conteo de 20 segundos por Edrich Ballesteros

Recién nos enteramos que el actual Sin Cara en WWE ha solicitado su liberación de la empresa, lo que conocemos nosotros como una renuncia y por ende, la terminación anticipada de su contrato, alegando entre muchas cosas, que no se siente valorado.

Y es que de por si, la historia de este luchador ya es muy complicada, pues siempre ha sido timado de una u otra forma, primero con su nombre que fue “Místico” que al día de hoy, pertenece a quien represente los derechos de Francisco Alonso Lutteroth Alonso, pues de acuerdo a los datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, renovó los derechos de ese nombre y explotación como marca para diversos productos en el año 2015, posteriormente, llega a WWE y se convierte como en un capricho del destino en el Sin Cara Negro para enfrentar al que portó su nombre y perder ante él.

Con la salida del entonces Sin Cara (el ahora Carístico) parecía que las cosas mejorarían para quien también se hizo llamar “Húnico”, pues con la llegada de más talento latino, su estilo podría lucir más, pero entre lesiones, poca programación y por ende pocas oportunidades, el personaje se fue haciendo menos recurrente y el luchador menos necesario.

Hasta que llegó el momento, que ya no se podía tolerar más esta situación y decidió hacerse a un lado y dejar WWE.

Para muchos, será una decisión mala, pues pensarán que no volverá a tener una oportunidad en la más grande empresa luchística de entretenimiento a nivel mundial, otros dirán que si ya aguantó tanto tiempo, debió aguantar más para que las oportunidades llegaran, también habrá quien diga que en ningún otro lado le pagarán lo que ahí ganaba, pero pocos, muy pocos entienden que antes que el dinero, debe estar la dignidad.

Y es que situaciones como esta, no son meramente exclusivas de WWE, pasan en todas las empresas, y más en México, donde los empresarios prometen a los jóvenes talentos un montón de oportunidades, les dicen que ahí con ellos tendrán un aparador más grande donde la gente los pueda apreciar, donde puedan volverse ídolos, con la única condición de que sean exclusivos del lugar, y aunque se oye muy bonito, en la realidad pocos, muy pocos se han beneficiado con este tipo de arreglos.

Porque son jóvenes, sin gran cartel, y entonces se ven siempre programados en las primeras luchas, pocas oportunidades de alternar con los consagrados, pero eso si, deben hacerse presentes en cada función por si deben entrar de emergentes.

Esos jóvenes que con la ilusión de convertirse en estrellas, por muy pocos pesos, literalmente venden su alma al diablo, pero con el tiempo, se dan cuenta que vale más su dignidad y deciden tomar otro camino, deciden incorporarse a nuevos proyectos, deciden ser independientes, para al menos, alternar con otros luchadores y adquirir más experiencia.

Sin Cara decidió que era tiempo de tomar su dignidad y buscar nuevas cosas, por supuesto con otro personaje, uno que esperemos, ya nadie le quite, uno con el que pueda hacer lo suyo en donde quiera que se presente, porque ya está visto que el éxito del personaje, tiene mucho que ver con quien lo porta, y para ejemplo está el nuevo Místico, que viene siendo el tercero en portar el nombre y el segundo dentro del Consejo Mundial de Lucha Libre.

Es verdad que cuando se es joven, las oportunidades son pocas, porque nadie se atreve a confiar en quien no tiene experiencia, es verdad que para muchas empresas, esos jóvenes solo sirven de carne de cañón para otros personajes ya mas arraigados también propiedad de la empresa en cuestión, pero siempre será mejor ser dueño de si mismo, capaz de tomar decisiones y no solo de seguir órdenes.

Y no, no confundamos, no estoy diciendo que muchos no se han beneficiado con el hecho de ser parte toda su vida de una empresa, lo que estoy diciendo es que en el caso concreto, Sin Cara hizo lo mejor, y con eso, rescató su dignidad, habrá otros que perteneciendo a una empresa hayan logrado destacar por méritos propios, pero igual en la mayoría de los casos, han decidido salir y buscar otros horizontes, algunos por dinero, otros por el gusto de respirar nuevos aires en su carrera.

La dignidad, tarde que temprano, nos da el coraje necesario para tomar las decisiones correctas, aunque no sean las mejores, pero si las que nos traen las mayores satisfacciones y eso, no tiene precio…

Foto: @jazaromero
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