Conteo de 20 segundos por Edrich Ballesteros
Muchas cosas se pueden escribir de un personaje tan simbólico para la lucha libre mexicana como lo es Blue Demon, alumno de Rolando Vera allá en Monterrey y que conquistó el pancracio nacional y se hizo presente a nivel mundial gracias a la magia del cine.
Un luchador hecho a base de esfuerzo y de constancia en el gimnasio, un personaje icónico en la historia misma de México, y a quien recordamos después de 19 años que Alejandro Muñoz Moreno, partió de este mundo terrenal.
Lo que hizo Blue Demon por la lucha es lo que lo convierte en leyenda, no solo se trataba de ser la contra parte perfecta para El Santo, en ese enfrentamiento que los encumbró siendo el duelo del bien y del mal, el santo contra el demonio, no fue solo su contribución a la lucha libre con varias llaves, de las que la mas emblemática fue “El Pulpo” y que tantos triunfos le dio, no solo fue vencer en dos caídas al hilo a El Santo rindiéndolo con “La estaca india” no, lo que hizo que Blue Demon se volviera leyenda fue que gracias a él, inspiró a muchos que por solo ver al “Manotas” les nació esa vocación para convertirse en luchadores profesionales.
Muchos lo recordamos allá en su gimnasio en la colonia Moctezuma, en la hoy alcaldía de Venustiano Carranza, ya aún retirado, no había día que no estuviera ahí, porque esa era su vida, y no podía ser de otra forma, portador de una de las máscaras más bonitas de todo el pancracio (basada en un diseño de El Médico Asesino) y personaje de culto gracias a sus películas donde al igual que El Santo, se enfrentaba a extraterrestres, zombies, vampiros y mafiosos internacionales, con esa voz inconfundible que pertenecía al maestro Victor Alcocer Gómez (quien también dobló a El Santo en algunas ocasiones, y fue la voz de El Guasón en la serie de Batman allá en los 70’s)
Blue Demon fue un excelente luchador, fue un excelente ejemplo para muchos, fue sin duda una persona de la que había mucho que aprender, dentro y fuera del ring, la viva imagen del luchador clásico que llegaba con corbata a la arena donde se iba a presentar y no dejaba que nadie viera su rostro sin su máscara azul pues sabía que la incógnita era lo más valioso para un luchador enmascarado.
A 19 años de que falleciera afuera del metro Potrero, le recordamos, pues nunca se ha ido, pues sigue aquí, con nosotros, en el recuerdo y en el ejemplo, siempre grande, siempre Demon…