Desde el Peñón del Ánima por El Ánima de Coyoacán
En 1935 nadie imaginaba que estaba por suscitarse un evento que pareciera insignificante pero que macaría al pueblo mexicano, tanto en su cultura como en su forma de admirar un deporte-espectáculo, un cambio que llegó y se quedó para siempre.
El pueblo mexicano, a través de su historia, nos ha demostrado que la máscara es parte fundamental de su historia, en la época precolombina se usaba en rituales de carácter religioso, militar, ornamental o en expresiones típicas como la danza.
En época de la colonia, el uso de la máscara tomó tintes carnavalescos y teatrales, que seguían influyendo en nuestra cultura.
En épocas más modernas el uso de la máscara tiene una Pléyades infinita de significados casi en cualquier rubro, pero en la Lucha Libre lo es simplemente todo.
La máscara es un icono referente de la Lucha Libre mexicana en cualquier parte del mundo, que inclusive a llegado a campos como el fútbol, automovilismo, tenis, música, películas, programas de televisión, bodas, festejos, etc., si estamos hablando de la máscara de Lucha Libre, es más, puedo asegurarle que si es usted mexicano, sin lugar a dudas le apuesto que alguna vez usted llegó a ponerse una.
La Maravilla Enmascarada, llegó como parte de una función de Lucha Libre, por allá en abril de 1935, pudiera haber sido como una función como cualquier otra, solo que esta vez ese desconocido luchador llegaba enmascarado, presentándose con gran expectación.
La incursión de otro enmascarado, en 1935, llamado El Enmascarado Rojo que enfrentaba a Jim London, campeón de peso completo, acaparó la atención de las multitudes, ya que se realizaba una lucha muy singular de Lucha Libre, una lucha de apuesta, Máscara contra CAMPEONATO, con un resultado desastroso para el Enmascarado Rojo, ya que perdería la máscara en dos caídas al hilo.
El público permaneció expectante, quería ver el rostro de este hombre, que respondía al nombre de Joe Cox, un luchador Texas.
La noticia se convertiría en escándalo, ya que al parecer el nombre y el origen de Joe Cox jamás existieron.
Quizá la Maravilla Enmascarada, no supo lo que hizo o lo que heredó a todo un pueblo, después regresaría a México a luchar y a perder su máscara para ser protagonista de otro escándalo, en la prensa de 1936.
La Maravilla Enmascarada, llegaba para el festejo del segundo aniversario de incipiente empresa de Lutteroth, en noviembre de 1936, y fiel a su costumbre cada vez que se presentaba exponía su máscara, así paso venciendo a Dutch Bauer y a Gorman, así que enfrentaría a Ben Ali.
La expectación por ver este fenomenal encuentro entre el enmascarado y el de origen sirio, no tuvo cabida en la Arena México, por lo que la función se traslado a la Arena Nacional.
En una épica batalla en Súper Libre, (donde todo se vale) y como era de esperarse, nadie se dejaba; ataque y contraataque, hasta que Ben Ali, se lograba imponer en la primera caída; para la segunda el enmascarado se imponía, para la tercera y definitiva Ben Ali, daba por concluida la tercera caída con su victoria.
La gente al borde de la butaca, loca por ver el rostro del vencido, La Maravilla Enmascarada, no quería despojarse de su preciada máscara, ALÍ, se abalanza sobre él y se la arrebata, no se sabía quién era, unos daban nombres, entre los que destacaban Bobby Sampson, Eddie Wolf y el que más llamaba la atención, Ciclón.
La confusión fue porque el hombre, ahora sin máscara traía la cara con cinta adhesiva, y hacía más difícil reconocerlo.
Estos dos eventos a pesar de las perdida de las máscaras de ambos protagonistas, dejaron un legado en la cultura mexicana, en Estados Unidos, la máscara fue perdiendo interés entre los que practicaban Lucha Libre, en cambio en México, las máscaras evolucionaron en personajes míticos e ídolos de la afición.
Surgirían personajes enmascarados como El Chimpancé, El Coyote, El Vampiro, El Murciélago, Grey Shadow, El Diablo, Santo, Black Shadow, Médico Asesino, Blue Demon, entre otros.
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