Fuerza Guerrera, el adiós que comienza

Conteo de 20 segundos por Edrich Ballesteros

¿Quién dice ser aficionado de la lucha libre, no conoce el nombre de Fuerza Guerrera? El único Mosco de la Merced, ese barrio popular y tan emblemático de la Ciudad de México, de donde surge el que con los años, se volvería un referente en el mundo del pancracio.

Recuerdo muy bien aquellos años 90´s, en el boom televisivo que revivió la afición por la lucha libre, ya de repente, los sábados eran los días esperados para prender la televisión y ver la lucha libre, ya fuera desde la Arena México o desde la Arena Coliseo, era una cita obligada sin duda.

En esos lejanos años 90´s, muchos, gracias a la fama mediática, se volvieron ídolos, recuerdo entre otros a El Dandy, a Emilio Charles Jr., a Jerry Estrada, a Javier Cruz, a Ringo y Cachorro Mendoza, a Mascara Sagrada, al Volador, El Misterioso, Tony Arce, Vulcano, Ciclón Ramírez, Pierroth Jr., por supuesto que a Atlantis, pero en especial, a dos: Octagón y a Fuerza Guerrera.

LA RIVALIDAD

Siempre he pensado, que la lucha es la más pura interpretación de la vida, es el bien contra el mal, el cielo contra el infierno, donde cada quien, usando sus recursos, se impondrá al rival, si lo hace el rudo y es abucheado, habrá cumplido su misión, si lo hace el técnico entre aplausos, es porque supo sobreponerse y dar la cara por su causa, y así eran esos encuentros entre ambos gladiadores, uno se convertía en el ídolo técnico, el que muchos seguían, y el otro, el rudo que no mostraba piedad ante nadie, además de un dominio muy claro de lo que es la lucha libre, porque cuando se trataba de luchas de campeonato, daba cátedra de llaveo, pero eso no le quitaba lo rudo, para nada.

Así que llegó el momento en que ambos se enfrentaran, y en donde fuera que se presentaran, las victorias y derrotas estaban divididas, aunque el rudo se viera muy superior en ocasiones, era el bien contra el mal y la gente lo sabía, pero sobre todo, los luchadores involucrados estaban conscientes de lo que la gente esperaba de ellos, así que la labor del técnico era ganarse el aplauso y con sus rápidos movimientos y topes la gente lo idolatraba, pero bastaba que Fuerza Guerrera amarrara a Octagón de las cuerdas para que la afición ruda se pusiera de pie y lo festejara, más cuando era una y otra vez la que esto sucedía y parecía que el técnico o no aprendía o no sabía cómo evitar esa situación.

Desde ese entonces Fuerza Guerrera luchaba para la gente, nunca para él, así que no importaba cuantas veces lo hiciera, él amarraría a Octagón las veces que fueran sin importar nada, así es el rudo, así es Fuerza Guerrera.

LA NOCHE DE LA APUESTA

Tras varios retos entre ambos, llegó el momento de que la rivalidad “culminara”, y en la lucha libre solo hay una forma: una lucha de apuestas, máscara contra máscara, esa donde el que gane se lleva todo y el que pierda se queda sin nada, y así lo esperaba la gente, pero de repente, algo pasó y un nuevo personaje se involucró en la situación, un hombre que portaba una máscara de gran historia y un nombre que nadie olvida: Huracán Ramírez.

Ya no era Octagón contra Fuerza Guerrera, ahora también otro técnico sería parte de una noche histórica, donde en una lucha donde habría un triangular de máscaras, yo lo recuerdo muy bien, porque esa noche del 14 de Diciembre del año 1990, yo festejaba en casa una fiesta de pre cumpleaños, y sabiendo que ese día era la lucha, apagué el estéreo y prendí la televisión, a mis compañeras no les gustó, pero a mis amigos si, y ahí, de repente, una fiesta donde debe haber baile y plática se transformó en el escenario para ver caer una máscara.

Recuerdo que yo tenía 13 años para ese entonces, y pensaba que era injusto que Fuerza Guerrera se enfrentara a dos técnicos, porque estos le echarían montón, pero grata fue la sorpresa donde el que salió bien librado de todo fue el rudo dejando a los técnicos para que ellos se enfrentaran defendiendo su incógnita, algo raro para ese entonces que dos técnicos se enfrentaran en lucha de apuesta, pero así fue y al final, como todos saben, cayó la máscara de Huracán Ramírez, que previamente había luchado como Darth Vader y después como Huracán Sevilla.

EL MAESTRO

Al año siguiente si mal no recuerdo, nuevamente tendríamos a Fuerza Guerrera en una lucha de apuestas, pero esta vez, ahora si, en mano a mano, nada más que contra su maestro, el señor Gallo Tapado, que a pesar del paso de los años, se mantenía en forma y en varias ocasiones previas a esa lucha, hizo ver su suerte al rudo, nadie olvidará como esa noche, el pobre gallo que siempre llevaba el luchador que portaba ese equipo en color rosa, fue usado como arma por el rudo de la Merced quien se lo aventó sin ningún miramiento, y así comenzaba la lucha, que terminó en el centro del ring, con un Fuerza Guerrera haciendo gala de su técnica aprendida del hombre que en ese momento se rendía por un castigo al brazo y ahí, terminaba prácticamente la carrera de El Gallo Tapado y entonces el alumno tomaría el lugar del maestro, lugar que conserva hoy hasta la fecha.

LA LEYENDA

La gente ya no olvidaría el nombre de Fuerza Guerrera, al contrario, sería un rudo emblemático, quien lo tuvo todo, fue campeón en lo individual, en parejas con su hijo Juventud Guerrera con el que después acabó en pleito y que hasta hace poco hubo un re encuentro, se fue a AAA de donde no se fue nada contento, quizás solo para seguir amarrando a Octagón de las cuerdas, se enfrentó a lo mejor que hubo en su momento, y después como independiente, recorrió el país entero dando cátedra de cómo se comporta un rudo sobre el ring, fue un hombre, que en solitario o en equipo, siempre demostró lo que es ser un luchador profesional, él no salía a otra cosa que no fuera a cumplir con su trabajo, y por eso también será recordado.

También, ya como independiente, colaboró en funciones a beneficio como por ejemplo del Hospital Xoco allá en Coyoacán, Ciudad de México, allá por el año 2013, donde los médicos y pacientes tuvieron la oportunidad de verlo, y el señor, como todo un profesional, los atendió a todos, ya fuera para la foto, ya fuera para el autógrafo, o simplemente el saludo, porque él siempre lo dijo: “el luchador se debe a la gente”.

LA DESPEDIDA

Anunciada está ya, la primer función de despedida del señor Fuerza Guerrera de los cuadriláteros, será el próximo sábado 29 de Febrero allá en la Arena Naucalpan, haciendo pareja con Doctor Cerebro, para enfrentar a El Hijo del Santo y a su rival de toda la vida, Octagón, en super libre, un buen lugar para iniciar el adiós, y rivales que seguro harán que el maestro saque lo mejor de si para demostrar que si se va es porque quiere y no porque tenga que hacerlo, así que valdrá la pena seguir al Mosco de la Merced en su última travesía, esa que lo conducirá al retiro, pero jamás al olvido.

Yo le vivo agradecido con cada consejo que me dio dentro y fuera del ring, y como alguna vez se lo mencioné: “Usted fue de mis ídolos de cuando era niño y hoy, tengo la dicha de levantar su mano en señal de triunfo en un ring, gracias de verdad..” El se irá pero cada una de las enseñanzas que nos dejó a todos, quedarán por siempre…

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