Foto y video Estrellas del Ring
La triste noticia del día, es la aparatosa lesión ocurrida en la función de la arena López Mateos, donde el réferi en turno sufre una aparatosa caída poniendo en peligro su integridad, al momento de escribir esta nota, en lo personal no sé su estado de salud, pero deseo de todo corazón, se encuentre bien y se recupere pronto.
Eso me da la pauta para escribir no una queja, no un reclamo, no un reproche, sino una petición a todos aquellos compañeros que así como a mi, la vida nos puso en ese camino de ser réferis de lucha libre.
El espectáculo, siempre deben ser los luchadores, no el réferi, y si bien es cierto, cada quien tiene su estilo y algunos como el buen Teddy Centinela se han caracterizado por hacer vuelos en sus apariciones, la verdad es que él está preparado, pues toda su vida ha estado ligado a la lucha libre, primero como luchador y ahora como réferi, él sabe perfectamente como hacer un vuelo, porque entrenó toda su vida, pero no todos, me incluyo, tenemos esa capacidad ni ese conocimiento.
Nuestra función primordial es como autoridad sobre el ring, somos los encargados de hacer valer un reglamento y aplicarlo de forma imparcial, sin importar que sea el ídolo o el novato el que se niegan a respetar las reglas, somos esos que nadie quiere, pero muy necesarios para que una lucha se lleve de la mejor manera, en beneficio del espectáculo, que repito, es a cargo de los luchadores.
Hacer algo que no sabemos como querer salir en tope, volar en plancha o cualquier otro movimiento, le resta valor al trabajo del luchador, le quita la atención del público, y no, no se trata de eso.
Cada réferi tiene su estilo propio, habrá a quienes les guste ser el centro de atención, habrá os que pasamos desapercibidos, y habrá otros que desde que llegan se imponen como la autoridad que son, como el caso de Don Rafa el Maya, pero ese estilo no debe ir en detrimento del espectáculo y mucho menos, debe poner en riesgo la integridad de ningún elemento sobre el ring.
En el momento en el que decidimos tomar este camino, debimos tomar conciencia de nuestra labor, debimos prepararnos para ello, tuvimos que forjar nuestro carácter para que las voces del público no interfirieran con nuestra labor y hacer lo que nuestro criterio dicte sobre el cuadrilátero, no más, no menos.
Estamos expuestos a recibir un golpe por parte de los luchadores, ya sea por un error de ellos, por una mala colocación en el ring de parte nuestro, o incluso, un accidente como en todos lados, pero es muy diferente a atentar contra nuestra integridad por hacer algo que no sabemos, y eso, es lo más importante.
En mis inicios, un comisionado allá por Texcoco en una función me dijo: “Usted no debe prestarse a hacer payasadas sobre el ring, es la autoridad y como tal debe comportarse..”, esas palabras definieron mi carrera.
La gente pagó por ver a los luchadores, por ver su desempeño, no por ver como un réferi sale lastimado de esa manera, recuerden, al igual que los luchadores, tenemos una familia que nos está esperando en casa y que nos quiere ver bien.
Dignifiquemos nuestra labor, haciendo lo que nos toca, insisto, no más, no menos, por el bien del espectáculo y por darle valor a nuestra persona.
Ojala, estas cosas no se repitan de nuevo, en beneficio del espectáculo y de la emoción misma de la lucha libre.
Cuiden de ustedes y de los compañeros, como quisieran que los demás lo hicieran….