Redacción FDT Lucha Libre | Foto: CMLL
Para muchos tal vez el nombre de Apolo Chávez no le es familiar, sin embargo, la noche del 26 de marzo hizo historia gracias a sus hijos.
El gladiador emanado de la escuela de Cuauhtémoc “El Diablo” Velasco, es el único que puede presumir tener dos Copas Jr. VIP en las vitrinas, luego de que Niebla Roja la ganara en 2017 y este 2021 fue el turno del Ángel de Oro.
Sí bien la caída de las máscaras de sus herederos fue un duro golpe, la lucha libre les ha dado revanchas con títulos y cabelleras.
En diciembre pasado, durante una transmisión para el CMLL, Apolo Chávez expresó el orgullo que siente al ver a sus hijos triunfar y estar a la cabeza de los eventos importantes de la Arena México.
Apolo Chávez debutó en el año 1983, en Tepic, Nayarit, siendo contemporáneo de luchadores como Atlantis, Mogur, Los Comandos Rusos, entre otros.
Aunque a los seis meses de debutar ya se enfrentaba a las estrellas del momento como El Satánico. Alfonso Dantes, Universo 2000, Bestia Salvaje, Emilio Charles, por mencionar algunos, pero cuando ya se venía la oportunidad de llegar a la Arena México, el terremoto de 1985 frustró ese sueño.
Refugiándose en la Laguna, al ya no ser convocado tras la reanudación de actividades en la capital, en 1991, en una lucha con Jerry “El Puma” Estrada, tras una salida de bandera cae con su pierna derecha lo que le provocó una lesión que a la larga obligó su retiro prematuro de la lucha libre.
Pero hoy, gracias a los triunfos de sus hijos, Apolo Chávez ve capitalizados sus anhelos de triunfar en el Consejo Mundial de Lucha Libre.
Incluso en 2019, sus vástagos le dieron la satisfacción de poner en alto su legado al ganar la Copa Dinastías. ¡Felicidades, Apolo Chávez!